jueves, 12 de mayo de 2016

Las malas adicciones

Hoy al llegar a casa solo me han entrado ganas de escribir sobre mi experiencia en clase. 

La actividad de hoy consistía en que una persona, Blanca Nieves, iba mordiendo la manzana de 16 personas sentadas en circulo al tiempo que estas personas le decían a lo que eran adictos.

Yo he dicho que era adicta a pagar las cosas con quien no debo y así es. Al decir eso y ponerle mi camiseta negra a Blanca Nieves, he sentido una sensación extraña que me envolvía, una sensación de liberación, de aceptar mi problema.

Las tres personas con quien lo pago todo sin tener culpa son mi madre, mi hermana y mi pareja. Ellos son los que me aguantan cuando peor estoy, incluso si me enfado sin motivo porque estoy agobiada o  las cosas no salen como quiero. Mi madre y mi hermana en cierto modo lo entienden porque son mi familia y ya saben que soy así, pero, ¿y mi novio? ahora mismo es la persona con la que más tiempo paso porque estamos los dos estudiando en Madrid y aunque no vivamos juntos no vemos a menudo.

Él ahora mismo es con quien lo pago todo, me enfado por tonterías, muchos días estoy triste, contesto mal a veces... pero nunca deja de animarme y apoyarme a pesar de que también tiene sus cosas. Siempre está para lo bueno y para lo malo y eso de verdad es un regalo y una suerte increíble

Hoy al decirlo en esa situación que no se como denominar me he dado cuenta de que en realidad aguanta mucho conmigo y no se cómo lo hace. He sentido como que me liberaba de ese peso que me oprime por dentro. Tengo que tratar de cambiarlo porque es cierto que me trae a veces bastantes discusiones muy tontas en realidad.

Esta experiencia me ha servido para darme cuenta de que todas o la mayor parte de las adicciones que tenemos son malas y me he sentido muy identificada con las de mis compañeras en mayor o menos medida, y son cosas, creo, que deberíamos cambiar todos aunque no sea fácil, pero las adicciones se pueden superar y con mis sentimientos de hoy voy a intentar por todos lo medios cambiar la mía.

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