Nuestra historia comenzó hace mucho tiempo, nos cruzamos un día cualquiera por casualidad, yo no te presté atención, por ese entonces yo era feliz. Después pasó el tiempo seguia sin saber quién eras aunque nos habíamos visto, quizás tú sí me recordabas solo si me veías.
Crecimos y nuestros caminos se volvieron a cruzar, pero que caprichoso el destino que en esta ocasión lo vuelve todo del revés. Ahora soy yo la que te recuerda, la que piensa en ti y la que te echa de menos, aunque tú no lo sepas.
Un día cualquiera de un año cualquiera nos pusimos de acuerdo para querernos de la misma manera, pero al día siguiente cada uno siguió su camino.
Sin embargo en nuestra historia se cruzó ella. Dejó de ser nuestra historia para convertirse en una historia cualquiera.
Te preocupas por mí pero no como yo quiero, y solo puedo responderte:
'No te preocupes mi corazón venía ya roto de fábrica, y yo tambien'
Con esta pequeña historia os invito a reflexión sobre el destino y el amor. Por último creo que es conveniente recordar una frase que escuché el otro día: "Por muy rápido que vayamos el destino siempre va a alcanzarnos, sea cual sea"
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