En clase llevamos a la practica un taller sobre mandalas. Pero
en este caso eran unos mandalas diferentes, ya que no eran los típicos mandalas dibujados
en folio y que solo los pintas. Estos
mandalas los creábamos nosotros los cuales, estaban hechos con obleas, chocolate
y todos los ingredientes que quisieras ver reflejados en tus mandalas.
Antes de comenzar os
dejo una explicación sobre que son los mandalas.
"El mandala tiene
su origen en India y su nombre en sánscrito significa “círculo o
rueda”, pasando a representar su característica básica, aunque pueden ser
de diferentes formas incorporando todas las figuras geométricas.
En nuestro caso los mandalas podían tener la forma que
desearas y los podías decorar a tu gusto. Una vez hechos estaban listos para ser
degustados, eso sí, nuestra profesora Pilar nos recomendó que si en el reflejábamos
malas vibraciones o malos pensamientos, no te lo debías comer ni dar a nadie, ya
que lo único que te podía suceder era que te sentase mal.
En mi opinión los mandalas sirven para relajarse y dejarse
llevar una vez que los estás realizando. No importa el resultado, lo importante
es dejarse llevar y fluir creándolos. En ellos reflejamos como nos sentimos en
ese momento, o como ya he comentado, también plasmamos los pensamientos que estamos
recordando y los mostramos en el, tanto si es bueno como si es malo.
Coral Cerezo Gil